Las acciones y los detalles que hacen sentir felices a los hombres son tan cotidianos, que las mujeres se complican y no los ven.
Ser saludable. La salud prácticamente es el pilar para construir una vida llena de felicidad y ésta se obtiene haciendo ejercicio, llevando una dieta saludable y hábitos de vida y diversión que no afectan al cuerpo.
Tener amigos. La amistad es importante, porque les da la oportunidad de compartir experiencias con otras personas, no sólo por sus cualidades, sino por su esencia que es afín o complementaria a la suya.
Ganar más dinero que los otros. Un hombre no es feliz por ser rico, sino por tener más ingresos que el resto de la gente que lo rodea. Esta afirmación suena inverosímil, pero Robert Frank, profesor de la Universidad de Cornell, en su libro “La fiebre del lujo”, asegura que los varones se preocupan más por sobresalir socialmente del resto.
Vivir cerca del trabajo. Los hombres, entre menos tiempo inviertan en arreglarse y salir de casa para ir a laborar les hace felices; de igual forma, si pueden gastar menos cantidad de dinero para ir a trabajar será mejor.
Sexo. Un estudio realizado por dos economistas ingleses, David Blanchflower y Andrew Oswald, en Estados Unidos, demostró que aquellas personas que se dijeron ser completamente felices son aquellos que mantienen relaciones sexuales cuatro o más veces por semana.
Ser joven y maduro a la vez. Aunque en la realidad son dos términos totalmente contradictorios, poseer ambas características llena a los hombres de felicidad. Sin duda, el ciclo de vida tiene forma de campana y se alcanza la plenitud en el punto más alto, es decir, durante la juventud.
Tener y ser una pareja feliz. Está comprobado que aquellos matrimonios que viven felices son resultado de que tanto el hombre como la mujer, en su particularidad, llevan una vida feliz.