¿Qué opinión tienes de ti mismo? ¿Crees que eres valioso y mereces lo mejor de la vida, o eres alguien que no se siente bien consigo mismo?
Es un hecho innegable que las palabras que salen de nuestra boca tienen más poder del que podamos imaginar. En el artículo El Poder de las Palabras en las Relaciones, abordé la relación directa que tienen nuestras palabras en la calidad de relaciones interpersonales que tenemos, en esta oportunidad seguiré reflexionando acerca del poder de las palabras, pero esta vez, el poder que tienen en nosotros mismos.
Si el diálogo que tenemos con otras personas es importante, mucho más importante es nuestro diálogo interior, porque eso impacta todo nuestro ser, en nuestra autoestima y relaciones. El Dr. Myles Munroe afirma que “lo que usted opine de sí mismo, crea su mundo. Ningún humano puede vivir más allá de los límites de su creencia”.
De acuerdo a lo anterior podemos decir que la calidad de vida que posees en la actualidad, está íntimamente relacionado con lo que opinas de ti mismo. ¿Por qué? Porque lo que opinas de ti mismo crea tus convicciones, tus convicciones crean tus actitudes, tus actitudes controlan tu percepción, y tu percepción dicta tu comportamiento.
Si te ves a ti mismo de manera negativa, verás a los demás de manera negativa, si ves a los demás de manera negativa, tu comportamiento será negativo con ellos. Si no te sientes bien contigo mismo, desarrollas una actitud pesimista y eso termina afectando tu vida.
En cambio los psicólogos manifiestan que quienes tienen una opinión personal favorable, se comportan positivamente con las personas que le rodean, tienen una actitud optimista, y una mejor calidad de vida.
Miles de hombres y mujeres alrededor del mundo, están poniendo límites a su desarrollo personal, a causa de su diálogo interior. ¿Cómo es su diálogo interior? Son recurrentes las siguientes palabras: “nada me sale bien”, “por qué sólo a mi me pasa”, “que tonto soy”, “no puedo hacerlo”, “que mal me veo”. La repetición de tales frases logra entrar en tu subconsciente, el cual las absorbe y termina adoptándolas como verdad, es decir, te crees todo lo que dices de ti.
Por lo general, la opinión que tenemos de nosotros proviene del trato que recibimos principalmente por nuestra familia en la etapa de la niñez y la adolescencia, que es donde se forja la autoestima. Si tuviste una infancia marcada por palabras que minaron tu autoestima y produjeron en ti un diálogo interno negativo, es hora de dejarlo atrás, eso es historia del pasado.
Tú tienes el control de tu vida, tú puedes cambiar tu futuro cambiando tu presente. Es hora de cambiar la manera en que hablas de ti mismo, que tu diálogo interno ayude a mejorar tu autoestima, a elevar tu autoconfianza y adoptar una actitud positiva en tus relaciones. En definitiva, que tu diálogo interior te ayude a ver lo valioso que eres y te impulse a lograr el éxito que deseas alcanzar en la vida y en tus relaciones.
Concéntrate en tus puntos fuertes en vez de enfocarte en tus puntos débiles. Si piensas y dices que eres pequeño, serás pequeño, si piensas y dices que eres grande, serás grande; porque tú eres lo que piensas. Por lo tanto, ¡cuida tu diálogo interior!
(Roberto Hernández Palacios quien es autor de Oratoria de Alto Impacto Nicaragua)
